La Música en tiempos precolombinos en Costa Rica
Juan Vicente Guerrero
Arqueólogo Dpto. Antropología
Arqueólogo Dpto. Antropología

Alrededor del año 2 500 antes del presente, hacen su aparición artefactos modelados en arcilla, como pitos, silbatos, ocarinas, flautas y sonajeras o maracas, principalmente en sitios funerarios ubicados en la península de Nicoya, Valle del Tempisque y Bahía Culebra. Estos presentan formas de diversos animales, como aves, reptiles y mamíferos. Posteriormente, este tipo de instrumentos se localizan en el resto del país desde la edad de Cristo hasta el contacto con los europeos. Es muy seguro que instrumentos elaborados a partir de madera, hueso u otro material orgánico se hayan utilizado a través del tiempo, pero los mismos no se han conservado hasta nuestros días excepto en casos donde las condiciones de humedad y acidez del suelo lo permitieron. Prueba de ello son los tambores de madera registrados por don Carlos Aguilar en el sitio Retes, ubicado en las faldas del Volcán Irazú, los cuales se conservaron al ser cubiertos por una fuerte capa de ceniza producto de antiguas erupciones del volcán.
¿Quiénes utilizaban esos instrumentos?
En el registro arqueológico no es tan claro, ya que este tipo de artefactos no se ha logrado asociar a individuos a los que se les haya determinado el sexo y la edad. No obstante, en el sitio Rempujo ubicado en Garza de Nicoya, se excavaron más de 100 instrumentos musicales, en sepulturas de hace 2500 años, muchos de los cuales se asociaron a hachas, mazas guerreras o ceremoniales y a jades, entre otros artefactos. Como vemos son piezas ligadas a actividades masculinas, como la guerra, la caza y otros. Esto no quiere decir que solo los hombres tuvieran acceso a dichos artefactos, posiblemente las mujeres y los niños las utilizaban.

Por otro lado, las fuentes etnohistóricas tampoco hacen referencia a dicha información, pero si mencionan que prácticamente todas las actividades y ceremonias realizadas eran acompañadas de música, cantos y en algunos casos las danzas; esto involucraba el momento de la siembra, recolección de cosechas, ritos religiosos y otros; en ciertas festividades se dice que inclusive las personas se pintaban y vestían especialmente para la actividad.
En los grupos indígenas actuales, en ciertas ceremonias se utilizan principalmente tambores de madera cubiertos con piel de iguana u otro animal. Sin embargo, la mayoría de instrumentos actuales se fabrican principalmente como artesanía para la venta.
En términos generales se concluye lo siguiente:
La información sobre lo que se celebraba y cuando se hacía el uso de los instrumentos musicales, así como quienes lo ejecutaban y cuando se realizaban las actividades, es bien difícil de determinar. No obstante, basándonos en fuentes etnohistóricas, se considera que muy posiblemente se festejaban los nacimientos, el ascenso al poder de un nuevo cacique o jefe, danzas y rituales para buenas cosechas, para la cacería y otras actividades de importancia para el grupo social, como alianzas matrimoniales, muertes, enterramientos y eventos religiosos etc. Se considera que los chamanes y sacerdotes hacían uso de estos instrumentos en diferentes rituales o eran acompañados por grupos de músicos.

También se piensa que varios de los instrumentos musicales como algunos silbatos, ocarinas, flautas y posiblemente los tambores, fueron artefactos que no solo se utilizaron en ceremonias y festividades sino que también pudieron haber servido para la comunicación entre personas, grupos y poblados, ya que su sonido abarca grandes distancias, principalmente cuando se trata de poblados ubicados entre serranías y planicies.
En el sitio arqueológico Rempujo, se evidenció que además de jades, metates y mazas; propuesto como tríada ligada a rango social y status del período Tempisque (500aC- 300dC), se cuenta con hachas, mazas e instrumentos musicales formando también parte del ajuar funerario. Estos últimos artefactos fueron el denominador común de todas las fosas investigadas del sitio; lo que muy posiblemente refleja que este sector del cementerio fue destinado a los personajes ligados a festividades o ceremonias, donde estos y otros instrumentos eran requeridos.
En cuanto a los instrumentos más sofisticados se destacan las ocarinas o flautas de cerámica, con cuatro y seis agujeros; según los especialistas en música, con ellos se pueden obtener más de 14 notas según la escala musical. Otro instrumento sumamente interesante lo constituye el tambor de lengüeta, el cual no requiere de cubierta de cuero, sino que se toca con una vara o caña en particular, que se golpea precisamente, sobre la lengua del instrumento.
Museo Nacional de Costa Rica - Instrumentos precolombinos:
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